Un Análisis Misiológico de las Realidades y Oportunidades Actuales
El Salvador: Una Nación Marcada por la Violencia y la Represión
Una Historia Violenta
La alarmante falta de Shalom en El Salvador es un reflejo innegable de su pasado violento. El país ha obtenido la dudosa distinción de ser uno de los focos más perniciosos de violencia en el mundo. Su historia está marcada por derramamiento de sangre, remontándose a la llegada de los conquistadores españoles a principios del siglo XVI, que presenció la subyugación o aniquilación de las tribus indígenas. A lo largo de los siglos XIX y XX, el país experimentó diversas luchas por la independencia y soportó un gobierno opresivo de la élite adinerada, en particular de las 14 influyentes familias propietarias de plantaciones de café que dominaban la economía y el gobierno. El férreo control de las dictaduras militares, culminando en el notorio régimen del General Maximiliano Hernández Martínez, arraigó aún más la violencia en la sociedad salvadoreña. Masacres, genocidio y la eliminación sistemática de las poblaciones indígenas se convirtieron en tristes características de esta era.
A pesar de las apasionadas súplicas y esfuerzos incansables de Monseñor Oscar Romero a fines de la década de 1970, las élites gobernantes hicieron oídos sordos a las persistentes quejas relacionadas con la reforma agraria y las disparidades económicas del pueblo. Trágicamente, su respuesta a la voz profética de Romero fue silenciarlo y martirizarlo, lo que encendió las llamas de una devastadora guerra civil que asoló a El Salvador desde 1980 hasta 1992. Las repercusiones fueron desgarradoras, con decenas de miles de vidas perdidas, desplazamientos masivos y un aumento de la emigración, tanto legal como indocumentada, hacia Estados Unidos. Fue en medio del desplazamiento y la lucha desesperada por la supervivencia en las abarrotadas ciudades internas de Los Ángeles donde surgieron dos de las pandillas más notorias y violentas, la Mara Salvatrucha 18 (MS-18) y la Pandilla de la Calle 18, formadas por jóvenes que habían crecido en una cultura marcada por la violencia.
El Surgimiento de las Pandillas
Durante la década de 1990, un gran número de jóvenes salvadoreños fueron deportados desde Estados Unidos y regresaron a su país de origen, enfrentándose a dificultades para reintegrarse a la sociedad debido a la falta de habilidades profesionales y oportunidades de desarrollo. En lugar de encontrar alternativas productivas, muchos de estos jóvenes se organizaron en pandillas, lo que desencadenó dos o tres décadas de violencia creciente, donde las pandillas adquirieron cada vez más poder e influencia. En particular las dos más prominentes, la Mara Salvatrucha (MS-13) y el Barrio 18, se convirtieron en una amenaza generalizada para la seguridad y la estabilidad del país. Controlando territorios específicos y participando en actividades delictivas como el narcotráfico, la extorsión y el asesinato, estas pandillas sembraron el miedo y la violencia en las comunidades salvadoreñas. Su influencia negativa se extendió a todos los ámbitos de la sociedad, afectando la economía, la educación y la calidad de vida de la población.
A pesar de la creciente problemática de las pandillas, las políticas públicas para abordar las causas subyacentes de la violencia y la inseguridad resultaron ineficaces. Las respuestas del gobierno se centraron principalmente en medidas de mano dura y represión, sin abordar las raíces profundas de la marginalización, la desigualdad y la pobreza que contribuyeron al surgimiento de las pandillas. La falta de inversión en programas sociales, educación de calidad, empleo digno y oportunidades de desarrollo dejó a muchos jóvenes vulnerables y desesperanzados, alimentando el reclutamiento y la expansión de las pandillas. Por ende, El Salvador se volvió en uno de los países más violentos del mundo, sufriendo más asesinatos per cápita que cualquier otro país en el hemisferio occidental, con la mayoría de la violencia vinculada a las pandillas. Aunque las tasas de homicidios comenzaron a disminuir después de 2015, la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18 todavía dominaban los barrios empobrecidos, incluso la zona central de San Salvador.1
Estado de Excepción
A principios del 2022, el gobierno de Nayib Bukele implementó nuevas medidas para abordar estos problemas, principalmente declarando un estado de excepción y anunciando nuevas leyes que resultaron en el encarcelamiento masivo de casi 70,000 miembros de pandillas, llevando a El Salvador as ser el país con la mayor tasa de presos en el mundo, con 2% de su población entre rejas.2 Aunque las medidas operativas bajo el Régimen de Excepción han permitido a El Salvador mantenerse fuera de la lista de países más violentos del mundo, reduciendo todos los indicadores de violencia y trayendo cambios positivos a las comunidades salvadoreñas pobres que anteriormente estaban bajo el brutal dominio de las pandillas, las causas subyacentes que dieron origen a la actividad de las pandillas no se han abordado de manera efectiva.
Los Desafíos Siguen
Según datos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), El Salvador sigue enfrentándose a grandes retos socioeconómicos: la pobreza, el desempleo, la escasa inversión en la educación, y la falta de acceso a servicios básicos como la atención médica y la educación medio-superior, siguen siendo problemas importantes.3 Sólo el 11% de la población tiene más de 13 años de escolarización4 y menos del 5 % de estudiantes termina su educación superior.5
Al mismo tiempo, las políticas de represión han tenido un alto costo para la democracia, llevando a la militarización de la sociedad e infracción a los derechos humanos y las libertades civiles, perpetuando un estado de excepción indefinido que ha otorgado a las fuerzas de seguridad salvadoreñas el poder para encarcelar a ciudadanos simplemente por la sospecha de afiliación y conexión con una pandilla, o simplemente por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Miles de inocentes fueron encarcelados y diez miles de hijos de privados de libertad se han quedado desatendidos, ya que muchas familias han perdido a su único sustento económico en la redada contra el crimen. Además, el aumento de las cárceles sobrepobladas y la intimidación a la prensa libre ya han causado mucho daño al Estado de Derecho.6
En lo que sigue, delinearemos otros problemas importantes que obstaculizan la transformación sostenible del país:
#1: Falta de Iglesias Comprometidas con la Transformación Integral
Crecimiento Significativo de la Iglesia Evangélica
Si bien El Salvador sigue siendo un país profundamente religioso, con la Iglesia Católica como religión estatal reconocida, el cristianismo evangélico ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas, superando por primera vez a la población católica. Según un estudio de CID Gallup en 2020, el 44% de los salvadoreños se identifican como evangélicos, superando al 38% de católicos romanos.7 Este cambio demográfico representa una pérdida del 17% de fieles para la Iglesia Católica en una sola generación. Aunque la Iglesia Católica mantiene un papel importante, las iglesias evangélicas desempeñan un rol cada vez más relevante en la sociedad salvadoreña.8
Su crecimiento puede atribuirse a múltiples factores, incluyendo la historia de violencia y guerra civil que ha impulsado a muchos a buscar esperanza y estabilidad en la fe, así como los esfuerzos de grupos misioneros que han trabajado para compartir el evangelio y establecer iglesias. También es relevante señalar que el crecimiento de la Iglesia Evangélica en El Salvador forma parte de una tendencia más amplia en la región. Esto se debe en parte a la introducción de nuevas corrientes como el neo-pentecostalismo en los años 70, que predica el ‘evangelio de la prosperidad’, una reinterpretación de la Biblia que sugiere que la riqueza terrenal es indicativa de bendiciones divinas. Estas enseñanzas han sido particularmente atractivas para las personas pobres y aspiracionales que migraron a las ciudades.
La Iglesia no Responde a los Desafíos de la Nación
A pesar del extraordinario crecimiento de las iglesias, muchos de los desafíos que enfrenta el país no se han resuelto de manera sostenible. De hecho, la respuesta de las iglesias evangélicas en El Salvador ha sido dispar. A pesar de su presencia prominente en el país, la iglesia evangélica ha tenido una eficacia limitada para abordar la violencia y generar un cambio social. Muchas iglesias continúan creciendo en número, pero existe una falta de compromiso práctico con sus comunidades, y la mayoría sigue centrada únicamente en asuntos espirituales. A menudo, debido a una comprensión limitada de cómo abordar de manera efectiva las necesidades de sus comunidades, o por temor, complacencia o alineación con intereses políticos, estas iglesias han optado por el silencio o incluso la complicidad frente a los problemas sociopolíticos, replegándose en sus enclaves eclesiales y mostrando reticencia al enfrentar directamente los desafíos.
Además, ciertas interpretaciones teológicas, influenciadas por el pre-milenarismo importado por misioneros estadounidenses, han jugado un papel en marginar la búsqueda de reforma social de la iglesia evangélica. Centradas en la expectativa de ser arrebatados del mundo antes de la llegada del anticristo, la mayoría de las iglesias evangélicas salvadoreñas han adoptado una mentalidad preservacionista que espera ansiosamente ser rescatada de un mundo malvado en lugar de comprometerse activamente con él. Su énfasis en la santidad personal también ha impedido que muchas iglesias se involucren con sus comunidades, por temor a caer presa de influencias mundanas. De hecho, para algunos, la idea de dar la bienvenida a ciertos pecadores, como miembros de pandillas, a la iglesia se ve como pecaminosa.9
Este silencio y ausencia en la esfera pública no solo limita su impacto moral y transformador en la sociedad, sino que puede llevar a las iglesias a volverse insulares y desconectadas de las realidades cotidianas, haciendo que su mensaje evangélico carezca de poder transformador.10 De hecho, la falta de impacto del cristianismo evangélico no se limita a la dinámica social, sino que también se extiende a la política, dado que existe una gran discrepancia entre la proporción de la población que se identifica como evangélica y su representación en cargos políticos. Actualmente, solo el 6% de los diputados del Congreso son evangélicos, en comparación con más del 40% de la población, lo que subraya la subrepresentación política evangélica.11
Un Urgente Llamado a la Iglesia Evangélica
La falta de compromiso integral por parte de la iglesia evangélica es particularmente preocupante dada la situación actual del país. La política de represión del gobierno, aunque ha conllevado una disminución de la violencia, también ha dejado un gran número de familiares de presos – niños, jóvenes y mujeres – desatendidos que necesitan desesperadamente apoyo. Las mujeres a menudo cargan con el peso, luchando por mantener a sus familias unidas mientras caen en la pobreza extrema, ya que no solo tienen que buscar el sustento para sí mismo, sino que enfrentan la carga adicional de pagar los costos de transporte para visitar las prisiones o a funcionarios de justicia, así como proveer alimentos y artículos de higiene personal para sus familiares encarcelados.12 Los problemas subyacentes, entonces, sobre todo en materia de violencia y abuso familiar, pobreza, falta de oportunidades económicas y educativas, y retos difíciles que enfrenta la juventud salvadoreña, son evidentes en muchos ámbitos.
Existe una necesidad real de que más iglesias se comprometan integralmente con sus comunidades para buscar soluciones y abordar de manera efectiva los desafíos que enfrenta el país. Este compromiso exige un cambio de enfoque hacia una comprensión holística de la misión de Dios, que incluya todas las áreas de la vida. Requiere voluntad para colaborar más allá de las líneas denominacionales y trabajar conjuntamente con otras organizaciones y grupos comunitarios para generar un impacto positivo en el país. Sobre todo, requiere que la iglesia forme discípulos que se conviertan en agentes de cambio, proclamen el evangelio del Reino de Dios, se encarnen en su realidad, y sirvan como catalizadores para la transformación integral.13 Solo así, la iglesia puede convertirse en un semillero para líderes que pueden enfrentar problemas sistémicos como la pobreza, la corrupción, el alcance a la niñez y juventud, y la formación de normas sociales, valores humanos y orientación moral y espiritual.
Si las iglesias evangélicas abrazan este llamado, podrían convertirse en instituciones influyentes para el cambio; en un faro de esperanza y un catalizador para el cambio. Sin embargo, la escasez actual de iglesias comprometidas con la Missio Dei limita la realización de esta visión transformadora.14 Por lo tanto, se necesita que la iglesia evangélica en El Salvador tenga un mayor compromiso con su realidad social y recupere su voz profética. Este cambio requiere valor, discernimiento y un profundo sentido de la misión. Aunque los desafíos son grandes, el potencial de transformación es enorme. La iglesia, fiel a su llamado, puede convertirse en un agente de transformación, modelando no solo vidas individuales, sino también el tejido social de la sociedad salvadoreña.
#2: Los Retos de la Niñez y Juventud Salvadoreña
Desamparada por la Pandemia y el Régimen de Excepción
La niñez y juventud de El Salvador se encuentran en una situación desamparada como resultado de la pandemia y el régimen de excepción que ha estado en vigor. Estas circunstancias han tenido un impacto significativo en su salud emocional, lo que ha llevado a un aumento en diversos trastornos. Hoy en día, muchos adolescentes salvadoreños, se enfrentan diariamente a situaciones de indiferencia y abandono, batallan inmersos en condiciones de pobreza, precariedad, violencia, entre traumas y presiones diarias. Según datos estadísticos recientes, se ha observado un incremento alarmante en diversos aspectos:
- Salud Emocional: La salud emocional es una preocupación creciente en El Salvador. Según una investigación realizada por la Fundación Pro Educación de El Salvador (FUNPRES) en 2022, entre el 35% y el 40% de los salvadoreños presentan sintomatología moderada o severa de depresión, ansiedad o tensión emocional.15 La doctora Carina Castro, especialista en neuropsicología pediátrica, ha constatado un preocupante aumento del 48% en los trastornos de salud mental entre niños y jóvenes salvadoreños desde el inicio de la pandemia.16 Además, un análisis presentado por la Fundación para la Educación Superior (FES) revela que el 23% de las niñas que viven en zonas urbanas del país experimentan niveles notorios de ansiedad y depresión.17 Estos datos demuestran que el estrés, la ansiedad y la depresión se han vuelto más frecuentes debido a la incertidumbre y el aislamiento social causados por la pandemia y las restricciones impuestas por el estado de emergencia.
- Violencia Intrafamiliar: La fiscalía general de la República ha informado sobre un aumento de casos de violencia intrafamiliar en El Salvador en los últimos años, especialmente afectando a niñas y mujeres. Estas vulnerabilidades coinciden con los hallazgos de ONU-Mujeres en El Salvador, donde se subraya el incremento de la violencia contra mujeres y niñas desde el inicio de la pandemia.18 Las medidas de confinamiento y las tensiones derivadas de la crisis han contribuido a este preocupante incremento. Además, se ha registrado un aumento significativo en la vulnerabilidad económica, con una reducción de los ingresos, especialmente para las mujeres que trabajan en el sector informal. Datos recientes del Comité Internacional de Rescate (IRC) y sus socios muestran un aumento del 70% en los informes de violencia de género desde el inicio de la pandemia de COVID-19.19 La colaboración entre el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de las niñas, mujeres y familias salvadoreñas.
- Abuso Sexual: Lamentablemente, también se ha observado un aumento en los casos de abuso sexual infantil durante este período. De acuerdo con el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (ISNA), se registró un incremento del 25% en los casos de abuso sexual infantil en 2022 en comparación con el año anterior (El Salvador Times, 2022). La falta de supervisión y protección adecuada, combinada con el estrés y la vulnerabilidad de los niños y jóvenes, ha creado un entorno propicio para este tipo de delitos.
- Pobreza Infantil: Según UNICEF, el 43% de los niños y adolescentes en el país se encuentran en situación de pobreza, lo que los expone a una serie de desafíos que incluyen la falta de acceso a una educación de calidad, la exposición a la violencia y la falta de oportunidades para su desarrollo integral (UNICEF, 2020). Además, el Banco Mundial advierte que los estudiantes podrían experimentar una disminución de hasta el 10% en sus ingresos futuros debido a las crisis educativas provocadas por la pandemia de COVID-19. Asimismo, el déficit cognitivo en los niños pequeños en la actualidad podría traducirse en una reducción del 25% en sus ingresos cuando sean adultos (Banco Mundial, 2023). Es de vital importancia abordar esta problemática de manera integral y sistémica, proporcionando programas y servicios que garanticen su protección, educación, salud y bienestar. Al ofrecerles un entorno seguro, oportunidades de aprendizaje significativas y modelos de liderazgo positivos, podemos brindarles un futuro mejor y contribuir a romper el ciclo de la pobreza y la marginalización.
- Falta de oportunidades de crecimiento: Tras la salida de la pandemia, que aisló a muchos jóvenes y aumentó los trastornos emocionales, se ha sumado un temor palpable generado por el régimen de excepción en la juventud. El miedo a salir y relacionarse con otros jóvenes por el temor a ser detenidos ha dejado a muchos jóvenes aún más aislados, particularmente en las comunidades urbano-pobres. Anteriormente, las pandillas proporcionaban un propósito, aunque negativo, en comunidades donde los jóvenes no veían ningún futuro para sí mismos. Si nadie más les ofrece oportunidades y esperanza, nuevos grupos delictivos llenarán ese vacío, especialmente considerando que la mayoría de los jóvenes en áreas marginadas todavía carecen de acceso a escuelas decentes, y mucho menos a actividades extracurriculares después de la escuela.20
- Hijos de pandilleros: No existen datos precisos sobre la cantidad exacta de niños y jóvenes, hijos de miembros de pandillas y sus familias, que quedaron desatendidos cuando decenas de miles de pandilleros fueron encarcelados en El Salvador en 2022. Sin embargo, es importante destacar que la encarcelación masiva de pandilleros puede tener consecuencias negativas en la vida de sus hijos y familias, quienes pueden enfrentar estigmatización, discriminación y dificultades económicas. El impacto en la vida de estos niños y jóvenes puede ser especialmente preocupante en términos de su desarrollo emocional, social y educativo. La falta de apoyo y supervisión adecuada en el hogar puede aumentar la vulnerabilidad de estos niños y jóvenes a situaciones de riesgo, como involucrarse en actividades delictivas o ser víctimas de violencia y abuso. Es fundamental que las autoridades, las iglesias y organizaciones de la sociedad civil en El Salvador trabajen en conjunto para proporcionar apoyo y recursos a los niños y jóvenes afectados por la encarcelación de sus padres o familiares involucrados en pandillas.
Estas estadísticas alarmantes reflejan la urgente necesidad de intervenir y brindar apoyo a la niñez y juventud de El Salvador. Es esencial implementar programas de salud mental, fortalecer las redes de protección infantil y promover la educación en prevención de la violencia y el abuso. Además, es fundamental proporcionar recursos y capacitación a los lideres eclesiales, de organizaciones civiles y profesores y profesionales de la educación, para abordar adecuadamente estas problemáticas y garantizar un entorno más seguro y saludable para los niños y jóvenes del país, proporcionando de lugares de refugio y sanación. Incluso, la falta de formación espiritual en la niñez y juventud puede contribuir a un debilitamiento en la resiliencia emocional y a una menor capacidad para enfrentar adversidades. Por ende, la formación espiritual puede ser un factor clave para mejorar la salud emocional y brindar apoyo en momentos difíciles, ya que las iglesias son esencial para proporcionar espacios seguros a los jóvenes y ayudarles a mantenerse alejados de grupos delictivos y conductas autodestructivas.
#3: El Futuro de las Pandillas: ¿Cómo se abordará?
La Necesidad de Soluciones Integrales
La violencia y el problema de las pandillas en El Salvador han sido desafíos profundamente arraigados y complejos durante décadas. No son cuestiones que puedan resolverse simplemente con soluciones temporales, como las políticas de represión que ofrece el presente régimen de excepción. Se requieren soluciones a largo plazo y un abordaje holístico. Tratar eficazmente la violencia implica no solo medidas de seguridad y de mano dura, sino también enfrentar las causas subyacentes, tales como la pobreza, la violencia familiar, la falta de oportunidades y el abandono de los niños sin padres. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2023 destacó la importancia de soluciones integrales, afirmando que es fundamental adoptar un enfoque multidimensional que atienda tanto la prevención de la violencia como la reinserción social de los jóvenes involucrados en pandillas.21 Así, para lograr un impacto significativo y duradero, es esencial adoptar enfoques que aborden las causas estructurales de la violencia. Esto implica la implementación de políticas públicas que promuevan la inclusión social, la educación de calidad, el acceso a oportunidades económicas, el establecimiento de estructuras más sanas que fomenten la pertenencia entre los jóvenes, y el fortalecimiento de la cohesión comunitaria.
La Relación entre la Pandilla y la Iglesia Evangélica
Interesantemente, antes de la instauración del régimen de excepción, existía una relación bastante estrecha, pero también complicada, entre las pandillas y las iglesias evangélicas en El Salvador.22 Estas dos entidades conformaban las organizaciones comunitarias más ubicuas en los barrios pobres. Un estudio realizado entre 2014 y 2018 encontró una amplia gama de interacciones entre evangélicos y pandillas.23 Notablemente, las iglesias evangélicas llegaron a ser vistas como posibles vías de salida del mundo de las pandillas para los miembros, incluso por agencias multinacionales como la USAID y el PNUD. Se descubrió que el 68.6% de los miembros activos de pandillas en el país deseaban abandonarlas, y el 51.2% de estos individuos creían que unirse a una iglesia o seguir a Dios era un requisito para dejar la vida de pandilla. Los líderes de las pandillas aparentemente monitorearon a aquellos que abandonaban sus filas para unirse a una iglesia, verificando la autenticidad de la conversión y las prácticas visibles de fe. Según los datos, la reinserción social pareció ser más factible en los pandilleros que se unieron a las iglesias evangélicas.24 Esto sugiere que las iglesias evangélicas, a pesar de los desafíos sociales y gubernamentales, tienen un papel potencialmente significativo que jugar en la rehabilitación y reintegración de los miembros de las pandillas en la sociedad.
Sin embargo, esto no significa que la aceptación de los miembros de pandillas en las iglesias y sus comunidades haya sido exenta de dificultades, ya que los miembros existentes de las iglesias y los vecinos a menudo se resistían a abrir espacios para los ex miembros de pandillas.25 De hecho, para muchos evangélicos, esta aversión a relacionarse con los miembros de pandillas se ha convertido en la norma, evitando resueltamente cualquier forma de interacción. Esto significa que la transición de la vida de pandilla a la aceptación en la iglesia y sociedad a menudo estuvo llena de incertidumbre y desafíos. Incluso, la falta de empleo, la falta de capacitación vocacional y la limitada educación crearon un futuro precario para los exmiembros de pandillas.
¿Qué pasará con los encarcelados?
Aunque el régimen actual ha puesto fin a todos los esfuerzos evangélicos para reintegrar a los ex miembros de pandillas en la sociedad, en los próximos años el gobierno deberá encontrar soluciones a largo plazo para abordar a los casi 100,000 encarcelados. No se solucionará simplemente con la construcción de la prisión más grande de las Américas, el Centro de Confinamiento del Terrorismo, que fue inaugurado en febrero del 2023 y tiene capacidad para 40,000 reclusos. Aunque el ministro de seguridad declaró que los miembros de pandillas “nunca regresarían a sus comunidades… ni siquiera en 45 años”, esta no es una solución sostenible. Por ahora, la mayoría de ellos son acusados de “agrupación ilícita”, lo que permite a las autoridades mantenerlos incomunicados, incluso a menores de edad.26 No está claro cuándo ni cómo enfrentarán juicio. Sin embargo, el gobierno sabe que no puede simplemente seguir llenando las cárceles y mantener a las personas encerradas indefinidamente. La historia en muchos países latinoamericanos, incluso en El Salvador, ha demostrado que las “políticas de mano dura” tienen una forma de volverse en contra.27 En algún momento, el gobierno tendrá que explicar si rehabilitará y reintegrará a aquellos que eventualmente sean liberados, y lo que es más importante, qué hará para prevenir que surja una nueva generación de pandillas callejeras violentas. De hecho, existe la esperanza de que después de las elecciones de 2024, el gobierno comience a proponer soluciones a largo plazo y considere la rehabilitación y el compromiso comunitario,28 ya las medidas punitivas por sí solas no resolverán la violencia de las pandillas.29
Una Gran Oportunidad
Dado el actual mover espiritual que está ocurriendo en las cárceles, con más de 40% de los reclusos expresando su deseo de llevar una vida dedicada a Dios, según Luis Alonso González Cruz, Director del Centro de Coordinación30 Post-Penitenciaria, esto podría abrir puertas para que las iglesias reciban a los presos liberados en los próximos dos o tres años. ¿Aprovechará la iglesia esta oportunidad, ofrecerá su perdón y se convertirá en un embajador de la reconciliación?, como la Biblia lo manda (2. Cor. 5:17-21). ¿Le brindará la sociedad una oportunidad a los expandilleros de reconstruir sus vidas, o serán vistos eternamente como enemigos merecedores de retribución? Si la respuesta es afirmativa, la iglesia debe prepararse para aprovechar sus fortalezas y desarrollar modelos viables para reintegrar a los exreclusos en la sociedad a través de programas de reinserción social bien pensados.
#4: Pobreza Urbana
El Desafío de la Pobreza Urbano
El Salvador, uno de los países más urbanizados de América, enfrenta una aguda problemática de pobreza urbana. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), más de dos millones de salvadoreños, correspondientes a cerca de un tercio de la población, residen en asentamientos urbanos en condiciones precarias.
La pobreza en El Salvador presenta marcados contrastes. A pesar de su cercanía a los centros de poder político-económico y a los medios de comunicación, la exclusión urbana permanece oculta, contrastando con los modernos centros comerciales y exclusivas colonias residenciales. Los índices de pobreza urbana son especialmente alarmantes en las regiones oriental y occidental del país, donde el 60% de la población vive en condiciones de precariedad extrema, con ingresos insuficientes para cubrir la canasta básica y sin acceso a servicios sanitarios, incluso en la metrópolis de San Salvador.31
Los Efectos Económicos del COVID-19
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la situación económica de El Salvador. La economía del país, altamente dependiente de las remesas provenientes de Estados Unidos y de un sector informal que proporciona alrededor del 70% del empleo, se vio gravemente afectada. La disminución de las remesas, sumada a la pérdida sustancial de empleos e ingresos, provocó un leve aumento en los niveles de pobreza en 2021.32 Antes de la pandemia, El Salvador había experimentado una disminución constante en los niveles de pobreza, pasando del 40.4% en 2016 al 29.8% en 2022.33 Aunque este logro es, sin duda, digno de reconocimiento, el país sigue enfrentando desafíos significativos, con una tasa de pobreza que continúa siendo una de las más altas de América Latina.34
Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), el 8.6% de los hogares vivía en pobreza extrema y la pobreza monetaria relativa también creció a 18.1%35 Asimismo, según un informe de FUSADES y USAID, el 40% de la población de San Salvador se considera pobre, el 39% percibe que su situación económica empeoró en el último año, y un 46% experimentó algún grado de inseguridad alimentaria. 36 La pobreza en El Salvador también se manifiesta a través de la falta de acceso a servicios básicos. Según la EHPM, más del 60% de las familias desde 2018 se vieron afectadas por la falta de seguridad social, vinculada a la informalidad del empleo. Este indicador aumentó al 68.3% en 2022.37 La falta de acceso a agua potable tampoco ha mejorado, afectando al 21.2% de los hogares en 2022, la cifra más alta desde 2018.38
Combate a la Pobreza
En resumen, la pobreza en El Salvador es una problemática multifacética que requiere una estrategia integral y persistente. Aunque el Gobierno ha lanzado una ofensiva contra las pandillas que ha generado un clima de mayor tranquilidad ciudadana, la población continúa tentada a emigrar debido a la falta de oportunidades. De no ser por el flujo de dinero procedente de Norteamérica, los hogares en situación de pobreza extrema y pobreza relativa alcanzarían niveles aún más graves de los que ha dejado la pandemia. Por consiguiente, los esfuerzos y recursos deben enfocarse en su mitigación, o de lo contrario, la marginalidad y la miseria buscarán otros caminos, incluyendo la subversión y la delincuencia, como ha ocurrido en diversas décadas de la historia del país. Por tanto, es imprescindible combatir no solo el crimen, sino también la pobreza, para garantizar una vida digna para todos los salvadoreños.
Conclusión: La Necesidad de una Iglesia Comprometida con su Nación
El Salvador aun Enfrenta muchos Desafíos
En conclusión, el panorama descrito anteriormente, aun cuando la mayoría de los salvadoreños sienten que su país va por el rumbo correcto, muestra que El Salvador sigue enfrentándose a muchos desafíos.39 La iglesia evangélica tiene una gran oportunidad y un papel importante que desempeñar en la solución de estos problemas y recuperar la nación para los propósitos redentores de Dios. Esperamos que la iglesia acepte este desafío y se convierta en un actor activo en la tarea de transformar la nación.
El Llamado a la Iglesia de Involucrarse en la Búsqueda del Shalom
Para superar los desafíos prevalecientes, la iglesia evangélica en El Salvador debe abrazar su llamado como un pueblo llamado a orar y buscar el Shalom de su país (Jer. 29:7). La negación y la distensión no son opciones viables; la iglesia debe abordar el malestar social a través de una vida justa, actitudes transformadoras, acciones decisivas y oraciones alineadas con la voluntad de Dios. Al orar y trabajar fervientemente, la iglesia evangélica salvadoreña podría reclamar a las familias, escuelas, comunidades, ciudades, departamentos y, en última instancia, la propia nación, al afirmar su influencia transformadora y lograr sanidad, reconciliación y restauración. Infiltrar la comunidad con una presencia cristiana intencional se convierte en otra estrategia vital para la iglesia. Esto puede suceder mediante la plantación y equipamiento de más iglesias para convertirse en Iglesias comunitarias con una pastoral urbana integral, que siembren esperanza, medien conflictos y se unan a líderes comunitarios para buscar el bienestar de todos. Implementar programas basados en valores, enfocados en habilidades para la vida, prevención de la violencia y el abuso, en las escuelas públicas o a través de clubes infantiles y grupos juveniles locales, es otra oportunidad para que la iglesia marque una diferencia notable en la sociedad salvadoreña, ofreciendo a los jóvenes otra estructura que contrarreste el atractivo de las pandillas y encuentren un lugar de pertenencia. Por último, prepararse para convertirse en embajadores de la reconciliación y establecer programas para reinsertar a los exconvictos en la sociedad es otra forma en que la iglesia puede convertirse en un agente de cambio relevante en una sociedad desgarrada por la violencia.
En conclusión, ante los muchos desafíos que enfrenta El Salvador, la iglesia evangélica es fundamental para la expansión del shalom y la restauración de su sociedad. Puede optar por abrazar esta oportunidad o desaprovecharla, renunciando a esta oportunidad histórica de orar y tomar acciones llenas de amor. El objetivo de Eben Ezer es hacer todo lo que esté a su alcance para contribuir a que la iglesia responda adecuadamente a la oportunidad de marcar una diferencia duradera.
Notas Finales
- https://www.usip.org/publications/2023/05/el-salvadors-gang-crackdown-continues-citizens-wonder-whats-next ↩︎
- https://edition.cnn.com/2022/12/15/americas/el-salvador-war-on-gangs-bukele-intl-latam/index.html ↩︎
- https://fusades.org/contenido/estudios-sociales-presenta-el-informe-de-coyuntura-social-2021-2022 ↩︎
- https://www.usip.org/publications/2023/05/el-salvadors-gang-crackdown-continues-citizens-wonder-whats-next ↩︎
- https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Menos-del-5–de-estudiantes-termina-su-educacion-superior-20230525-0084.html ↩︎
- https://www.theguardian.com/world/2023/may/29/el-salvador-security-gangs-crackdown-cristosal-report-bukele ↩︎
- https://evangelicalfocus.com/world/6406/evangelicals-are-a-majority-in-el-salvador-for-the-first-time ↩︎
- https://www.state.gov/reports/2020-report-on-international-religious-freedom/el-salvador/ ↩︎
- https://wciujournal.wciu.edu/area-studies/2019/1/23/a-history-of-the-gospel-and-violence-in-el-salvador-with-prospects-for-the-future ↩︎
- Pew Research Center. (2014). Religion in Latin America: Widespread Change in a Historically Catholic Region. Disponible en: https://www.pewforum.org/2014/11/13/religion-in-latin-america ↩︎
- https://www.economist.com/the-americas/2023/04/05/evangelicals-may-soon-rival-catholics-in-latin-america ↩︎
- https://www.usip.org/publications/2023/05/el-salvadors-gang-crackdown-continues-citizens-wonder-whats-next ↩︎
- Stott, J. (1975). Christian Mission in the Modern World. IVP Books. ↩︎
- González, J. L. (2019). Teología en conjunto. Orbis Books. ↩︎
- https://funpres.org.sv/wp-content/uploads/2022/04/Salud-Mental-y-factores-asociados-FUNPRES.pdf ↩︎
- https://www.laprensagrafica.com/salud/Salud-mental-en-ninos-y-adolescentes-20220827-0034.html ↩︎
- https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/covid-19-pandemia-salud-estado-de-mental-adolescencia-esen-/1024970/2022/ ↩︎
- https://www.fundacioncarolina.es/covid-19-y-genero-en-el-salvador-una-aproximacion/ ↩︎
- IRC data shows an increase in reports of gender-based violence across Latin America | International Rescue Committee (IRC) ↩︎
- https://www.usip.org/publications/2023/05/el-salvadors-gang-crackdown-continues-citizens-wonder-whats-next ↩︎
- https://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/2023/NorteCentroamerica_NNAJ_ES.pdf ↩︎
- https://www.washingtonpost.com/news/acts-of-faith/wp/2015/04/08/christianity-is-growing-rapidly-in-el-salvador-along-with-gang-violence-and-murder-rates/ ↩︎
- https://academic.oup.com/sf/article-abstract/99/1/424/5673619 ↩︎
- https://www.americamagazine.org/politics-society/2022/04/13/el-salvador-gang-violence-church-242814 ↩︎
- https://www.washingtonpost.com/news/acts-of-faith/wp/2015/04/08/christianity-is-growing-rapidly-in-el-salvador-along-with-gang-violence-and-murder-rates/ ↩︎
- https://www.france24.com/es/am%C3%A9ricas/20220407-el-salvador-unicef-moneres-maras-bukele ↩︎
- https://edition.cnn.com/2022/12/15/americas/el-salvador-war-on-gangs-bukele-intl-latam/index.html ↩︎
- https://www.usip.org/publications/2023/05/el-salvadors-gang-crackdown-continues-citizens-wonder-whats-next ↩︎
- https://www.france24.com/es/am%C3%A9ricas/20220407-el-salvador-unicef-moneres-maras-bukele ↩︎
- Basado en una entrevista personal realizada el 7 de Mayo, 2023 ↩︎
- https://elperiodicodemexico.com/nota.php?id=364912 ↩︎
- https://www.fce.ues.edu.sv/blog/articulos-de-investigacion/post/analisis-de-la-pobreza-en-el-salvador ↩︎
- https://www.oecd-ilibrary.org/sites/b0637f09-en/index.html?itemId=/content/component/b0637f09-en ↩︎
- https://blogs.worldbank.org/en/latinamerica/boosting-poverty-eradication-el-salvador ↩︎
- https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/80–de-hogares-con-ninez-y-adolescencia-son-pobres-o-vulnerables-20221214-0090.html ↩︎
- https://historico.elsalvador.com/historico/730522/pobreza-el-salvador-economia-covid-19-cierre-2020.html y https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/40-de-la-poblacion-en-San-Salvador-se-considera-pobre-20230323-0107.html ↩︎
- https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/80–de-hogares-con-ninez-y-adolescencia-son-pobres-o-vulnerables-20221214-0090.html ↩︎
- https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Acceso-a-salud-y-agua-en-El-Salvador-empeoro-en-2022-20230404-0114.html ↩︎
- https://www.eleconomista.net/actualidad/LPG-Datos–El-costo-de-la-vida-sigue-siendo-lo-que-mas-resiente-la-poblacion-20221212-0004.html ↩︎